Historia de la Madre Esperanza

Fundadora de la congregación

Desde testimonios personales se entreje un relato de su vida que nos quiere acercar a lo que fue su persona.
Nació en Lanaja el 18/12/1911. Fue bautizada el día 22/12/1911 y recibió la confirmación el día 21/06/1917.

Como Ella queremos ser verdaderas hijas de Dios en la caridad, en el espíritu de acogida, en la vida de oración, en la disponibilidad, en la austeridad, en la sencillez, en la alegría, en la pobreza… Por eso os vamos a contar su historia, la historia de la la fundadora de la congregación y de cómo decidió empezar en este gran camino.

Contexto

Mi Familia

Se llamaban Melchor y Casilda. Fui la tercera de cuatro hermanas. Se llamaban: Eustaquia, Visitación y María. Con nosotros vivía el abuelo Salvador, padre de mi madre y la abuela Antolina, madre de mi padre. Mi padre y toda su familla eran de un pueblo vecino: Sariñena. Mi padre era de la Cofradía del Rosario.

Contexto

Mis abuelos

El abuelo nos llevaba a misa con él. Todos los domingos, antes de la misa primera, salían por las calles cantando el rosario. El verano lo pasábamos en la aldea para realizar las tareas del campo, ya que toda mi familia eran labradores. Allí teníamos una caseta, los corrales para el ganado y pajares. Desde niña la fundadora de la congregación, ayudaba lo que podía en estas tareas del campo.

Iniciación

Mi infancia

A los seis años me pasaba muchos ratos pensando en los pasajes que mi madre me contaba. Me gustaba mucho pensar en la Encarnación y en la Visitación de María a Santa Isabel; me detenía mucho en eso de que la Virgen iba presurosa a ver a su prima. Entendía que las obras buenas había que hacerlas enseguida. Desde siempre, antes de ir a la escuela me tenía por hija de Dios... más que de mis padres

Vocación

Juventud

El fervor religioso que manifestaba Esperanza produjo en sus padres cierta preocupación y decidieron enviarla a servir a Zaragoza para que fuera una “chica normal”, como ellos decían, a la edad de 15 años. Su padre la llevó a las religiosas de María Inmaculada con el fin de prepararla para trabajar en el servicio doméstico. “Esta salida me costó un poco, más que nada por dejar a mi madre pero me fui contenta”.

Vocación

Zaragoza

A los dos meses la colocaron con dos señoras en la calle S. Jorge, nº 7 - 2º, con ellas hablaba de Dios y compartían sus inquietudes. Los domingos por la tarde seguía en contacto con las religiosas de María Inmaculada y allí conoció a las Franciscanas Misioneras de María que se hospedaban en el Servicio Doméstico. “Yo quería escoger una Congregación donde se sufriera mucho por Dios y por las almas; por esto me llamó la atención esta Congregación”.

Franciscanas Misioneras

Adolescencia

A los 16 años decide ingresar como religiosa en las Franciscanas Misioneras de María de Pamplona. Decisión que en principio no es bien acogida por sus padres, aunque después esta actitud cambió y fue su mismo padre quién le acompañó a Pamplona. Al llegar y ver cómo era la vida religiosa, todo le gustó, pero lo encontró excesivamente fácil. Echaba de menos más tiempo de oración. La maestra le dio permiso para levantarse por la noche a orar. Cuando la fundadora de la congregación había terminado el postulantado tomó el hábito y el noviciado lo hizo muy contenta.

Cae enferma

Noviciado

En el segundo año de noviciado la fundadora de la congregación es destinada a Madrid, Esperanza cae enferma, por lo que la llevan a Pamplona, pero la enfermedad persistía. La gravedad era extrema. Tres meses antes de profesar coge el tifus y con mucho dolor la enviaron a casa. Una vez en casa se recupera rápidamente y pronto puede hacer vida ordinaria. Mantiene correspondencia con las religiosas y con su confesor, D. Teodosio Aoíz, Secretario Canciller del Sr. Arzobispo de Pamplona. Una vez restablecida vuelve con las religiosas a Pamplona donde comienza de nuevo el postulantado. Vuelve a enfermar, la envían a casa y al poco se puso bien.

Cae enferma

Filosofía

“Después de pasar algún tiempo en casa, el confesor que había tenido en Pamplona (me seguía escribiendo) me manifestó, que tal vez Dios me quería en la vida religiosa contemplativa por tener tanta vida de oración. Quiso que conviviera con las religiosas de la Visitación de San Francisco de Sales de Pamplona. Solamente llevaba como un mes, me puse enferma. El confesor, de acuerdo con las religiosas me enviaron a casa. D. Teodosio Aoiz, me dijo que me estuviera en casa hasta que Dios me manifestase su voluntad”.

Compromiso

Voluntad

Mientras esto ocurría, la fundadora de la congregación seguía haciendo lo que era su vida: orar y trabajar. Se traslada a casa de su hermana Eustaquia. “En casa de mi hermana Eustaquia y de su esposo, allí empecé mi vida apostólica... instruía a las jóvenes que acudían a casa... la finalidad era acercarles más a Dios... Se leía el Evangelio, a mi modo se les comentaba, se rezaba el Rosario, se les daba buenos consejos, los que creía ante Dios. y por eso tenía un grupo de chicas muy majas, a las cuales, en los ratos libres, enseñaba el catecismo en la parroquia y visitaba a los enfermos”...

Oraciones de la Madre Fundadora

Escritos de Esperanza

La espiritualidad centrada en Jesús

Vivimos en fraternidad y damos respuesta a las necesidades de las personas allí donde se encuentran.

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